En este artículo hablamos sobre las fichas de contenido y las bibliográficas. Explicamos la importancia de su uso y los datos que debemos ingresar en ellas.
Es muy probable que en esta época gobernada por el internet y la globalización, te preguntes qué utilidad tiene una ficha en tus planes de estudio, puesto que Google siempre es un recurso a la mano para subsanar cualquier altercado o inconveniente en el camino… sin embargo, nosotros hemos decidido convencerte de que emplear este mecanismo de recolección y sistematización de datos sigue siendo muy funcional.
Quizás su elaboración en el acostumbrado cartón o tarjeta rayada de medidas casi 13 cm por 8 cm no te resulte atractivo, pero créenos que este modo de organizar la información no pasará de moda.
¿Cuáles serían los pasos?
Después de localizar y leer los documentos, te corresponde tomar nota de ese material.
Definir qué tipo de ficha elaborarás. Acudirás a una bibliográfica o de contenido.
Si optas por la bibliográfica, tal como su nombre lo indica en esta vas a precisar los datos que identifican un libro u obra literaria.
Si decides elaborar la ficha de contenido, esta reúne todo lo subrayado motivado al interés que despierten las ideas de un libro, una revista, una guía. Por ejemplo, leíste un tema y destacaste algunas palabras claves, frases o ideas, pues estas las puedes recopilar en la ficha de contenido y acompañar a su vez por una bibliográfica.
¿Por qué debo utilizarlas?
- Porque ahorran tiempo al momento de hacer las referencias consultadas en todo trabajo de investigación.
- Porque en ellas podemos condensar las citas textuales o interpretativas que queramos incorporar, lo que facilita el momento de la redacción y es una forma de trabajar con ciertos niveles de orden.
Datos que contiene cada ficha:
Ficha Bibliográfica:
Autor: Apellidos y nombres, este separado de los apellidos por una coma. Si son dos o tres los autores, se indican todos. Si son dos de tres basta con señalar el primero.
Título: También se indica el subtítulo, si lo tiene.
Traductor: Si el libro ha sido traducido o tiene prólogo.
Editorial: Que lo ha publicado, si pertenece a una colección, también se indica. Ciudad: Donde se ha editado.
Año: De la edición y número de la misma. Número de páginas que tiene el libro.
Número de ilustraciones o de fotografías
Número de volúmenes de que consta la obra.
En el reverso puedes anotar:
Temática del libro. Tus apreciaciones y valoraciones. Bibliotecas en las que puedes encontrarlo y asignaturas para las que te es útil.
Ficha de Contenido:
En el cuerpo de la ficha, puedes poner: Citas textuales, resumen de textos, con sus propias palabras, debemos de indicar las páginas de referencia y las diferentes ideas resumidas. Valoración de la importancia de ese texto, ideas a las que te remite.
Es conveniente que esos textos vayan identificados con un título para que te puedas orientar en el futuro cuando los necesites nuevamente. El título debe de ser breve, debe ir subrayado y sus letras debes escribirlas en mayúscula con el objetivo de distinguirlo.
Con respecto a esta ficha, Dussaillant (2006) en Consejos al Investigador, destaca:
Lo que es fundamental es respetar dos reglas básicas: registrar el número de la página del libro o del artículo que estamos resumiendo o copiando y poner comillas cuando se trate de una copia textual. Olvidar algún de esas reglas nos podrá en serios aprietos más adelante, ya que no es conveniente citar un documento si se desconoce de qué páginas salió tal o cual información. Pág.41.