No confundamos las cosas: un diploma no necesariamente nos otorgará educación.
Vamos a dejar las cosas claras. Tener un doctorado en la mejor de la universidades no te preparará lo suficiente para la vida, ni te convertirá en una mejor persona. Un título no necesariamente es sinónimo de educación como nos han hecho creer.
Desde pequeños, incorporamos la errónea creencia de que aquellos con título de carreras como Medicina, Ingeniería o Abogacía, son necesariamente buenas personas; como si con el título, vinieran incluidos los valores éticos y morales.
A su vez, aquellos que se ganan la vida de una manera honrada pero no tuvieron las suficientes oportunidades para acceder a una educación en una universidad, son juzgados como holgazanes que no se han esforzado lo suficiente.
La escuela de la vida es más determinante para juzgar a una persona
Sí, un buen título puede asegurarte un empleo mejor remunerado en un ambiente laboral satisfactorio. Pero si no cosechas la prudencia, el entendimiento y la humildad, de nada servirá porque el título no te preparará para la escuela de la vida.
En nuestros días, es muy común ver personas que son adictas al trabajo, porque es para ellas un ambiente de seguridad, donde pueden desplegar todo aquello que han aprendido durante sus años de estudio en la universidad.
El problema, está en que cualquier otro escenario social o emocional les intimida demasiado. Han pasado tanto tiempo estudiando y formándose en la disciplina elegida que el solo hecho de generar interacción con un otro les genera síntomas de ansiedad.
No obstante, es bien sabido que los seres humanos somos seres sociales. Desde el momento en que nacemos hasta el instante en que dejamos este mundo, permanentemente estamos formando lazos con otras personas; lo cual, sugiere que nadie puede ser feliz sin la interacción social.
Si bien desde nuestro lugar, siempre fomentaremos el aprendizaje, también es importante reconocer que un diploma no lo es todo y necesitamos vivenciar experiencias que vayan más allá del simple conocimiento específico sobre el cual hemos decidido profesionalizarnos.
No hay un manual para la vida
Nadie puede aprender a ser mejor persona, hermano, amigo o hijo, leyendo un manual. No hay un manual que nos prepare para la vida y por lo tanto, no hay un diploma que nos asegure educación,
La educación debe ser encarada como un compromiso que tomamos no solo para ser mejores sino para mejorar nuestro entorno, para desarrollar valores que deseamos ver replicados en nuestro comunidad.
¿Por qué no pensarnos en relación a lo que le pasa a nuestro vecino? ¿por qué no cosechar una cultura de la educación donde el eje este puesto que nadie se salva solo sino que debe ser un trabajo de todos?