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Michael Sandel, filósofo y docente de la Universidad de Harvard, realizó polémicas declaraciones que reabrieron el debate sobre la meritocracia ​​​​, una visión del mundo donde las jerarquías están determinadas por el mérito individual. 

Considerado como “el profesor más popular del mundo” Sandel mantuvo una entrevista con el periódico de la BBC donde reflexionó sobre el lado oscuro de la meritocracia y alertó sobre la necesidad de aprender por placer y no únicamente, como fin para el progreso económico y profesional.

A continuación, te dejamos un fragmento de la enriquecedora entrevista que de seguro, dará mucho en que pensar.

¿Qué tiene de malo la meritocracia?

En determinada manera, la meritocracia es un ideal atractivo porque promete que si todo el mundo tiene las mismas oportunidades, los ganadores merecen ganar. Pero la meritocracia tiene un lado oscuro. Hay dos problemas con la meritocracia.

Uno es que en realidad no estamos a la altura de los ideales meritocráticos que profesamos o proclamamos, porque las oportunidades no son realmente las mismas.

Los padres adinerados son capaces de transmitir sus privilegios a sus hijos, no dejándoles en herencia grandes propiedades sino dándoles ventajas educativas y culturales para ser admitidos en las universidades.

En su libro usted revela por ejemplo que la inmensa mayoría de los estudiantes de universidades tan prestigiosas como la de Princeton o Yale pertenecen a familias muy ricas…

Así es. De hecho, en las universidades de la denominada Ivy League (que incluye a las universidades de Brown, Columbia, Cornell, Dartmouth College, Harvard, Pensilvania, Princeton y Yale, algunas de las más prestigiosas de Estados Unidos) hay más estudiantes que pertenecen al 1% de las familias con más ingresos del país que al 60% con menos ingresos.

Así que el primer problema de la meritocracia es que las oportunidades en realidad no son iguales.

¿Y el segundo problema?

El segundo problema de la meritocracia tiene que ver con la actitud ante el éxito. La meritocracia alienta a que quienes tienen éxito crean que éste se debe a sus propios méritos y que, por tanto, merecen todas las recompensas que las sociedades de mercado otorgan a los ganadores.

Pero si los que tienen éxito creen que se lo han ganado con sus propios logros, también tienden a pensar que los que se han quedado atrás son responsables de estar así.

Así que el segundo problema de la meritocracia es un problema de actitud ante el éxito que lleva a dividir a las personas en ganadores y perdedores. La meritocracia crea arrogancia entre los ganadores y humillación hacia los que se han quedado atrás.

Muchos padres, ya sean ricos o pobres, inculcan a sus hijos que si se esfuerzan y trabajan duro lograrán las metas que se propongan, un mensaje muy meritocrático. ¿Es peligroso decirles eso?

Sí y no, depende. Por supuesto, que los padres animen a sus hijos a estudiar y trabajar mucho es una cosa buena que da a los jóvenes la inspiración y la motivación para esforzarse.

Eso es algo positivo, pero hasta cierto punto. Los padres deben tener cuidado y combinar ese mensaje con otro, deben animar a sus hijos a trabajar duro, pero no sólo para que puedan obtener un trabajo que les permita ganar mucho dinero, también debemos fomentar en nuestros hijos el amor por el aprendizaje en sí mismo.

No debemos convertir la educación sólo en un instrumento de progreso económico, porque eso privará a nuestros hijos del amor por el aprender por el placer de aprender.

Y otro aspecto importante que debemos inculcarles es que si tienen éxito el día de mañana será en parte gracias a su propio esfuerzo, pero en parte gracias también a sus maestros, a su comunidad, a su país, a los tiempos en que viven, a las circunstancias, a las ventajas de las que hayan podido disfrutar…

Enseñar a nuestros hijos que su éxito sólo es resultado de su propio esfuerzo podría hacerles olvidar que están en deuda con los demás, incluida su comunidad. Debemos criar niños que tengan un sentido de gratitud y humildad cuando tengan éxito.


Curso “Justice” por Michael Sandel

Si te ha resultado interesante la entrevista, te recomendamos el curso online gratuito “Justice” que brinda la Universidad de Harvard a través de la plataforma edX y tiene a Sandel, como docente a cargo.

“Justice” explora el análisis crítico de las teorías clásicas y contemporáneas de la justicia, incluida la discusión de aplicaciones actuales. Los temas incluyen acción afirmativa, distribución de ingresos, matrimonio entre personas del mismo sexo, el papel de los mercados, debates sobre derechos (derechos humanos y derechos de propiedad), argumentos a favor y en contra de la igualdad, dilemas de lealtad en la vida pública y privada.

Las lecturas principales del curso son textos de Aristóteles, John Locke, Immanuel Kant, John Stuart Mill y John Rawls. Otras lecturas asignadas incluyen escritos de filósofos contemporáneos, casos judiciales y artículos sobre controversias políticas que plantean cuestiones filosóficas.

Enlace:Ir al curso “Justice”

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